Colombia, en Mora de
Aprovechar Energías Alternativas
El Año Internacional de la Energía Sostenible para
Todos, declarado por la ONU, es una oportunidad para reflexionar sobre el mal
uso del recurso y conocer opciones limpias para su generación.
Los recursos energéticos de origen fósil a nivel
mundial proporcionan los requerimientos para mantener el estándar de vida
deseado por la sociedad y las expectativas de crecimiento del sector productivo
en los países en vía de desarrollo.
Sin embargo, se sabe que su extracción
y uso produce grandes impactos sobre el medioambiente y la economía, lo que
obliga a realizar una gestión responsable de los mismos y a buscar nuevas
opciones a través de una visión sistémica que tome en cuenta aspectos sociales,
económicos, ambientales y técnicos.
Hay que generar alternativas que
permitan obtener alto valor agregado sobre los productos; por ejemplo, el
carbón es un recurso fósil que podría fácilmente generar una gran industria
carboquímica en Colombia, capaz de suministrar cientos de estos, entre los
cuales se puede mencionar los fertilizantes y combustibles líquidos.
Solo falta decisión de país para
aprovechar los talentos y convertirlos en porvenir. Medidas de esta naturaleza
promueven y garantizan la capacidad técnica y comercial de Colombia,
incrementan la competitividad en las empresas, disminuyen el deterioro
ambiental causado por el consumo innecesario de energía en los procesos, e
incluso pueden garantizar que esta contribuya con la equidad social, así como
con el crecimiento económico y sostenible de las regiones.
En cuanto a fuentes alternativas y
renovables, en Colombia existe un gran potencial para aprovechar energías
limpias, debido a la diversidad de recursos disponibles; sobre todo, existen
ventajas relacionadas con su ubicación geográfica en el planeta, hecho que le
permite hacer uso de la solar, la eólica y de recursos hídricos, entre otros,
de manera racional1.
Según estudios realizados por el
Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas (IPSE) en el
2000, cerca del 70% de la población requería de energía que le permitiera
mantener el sistema productivo y garantizar un sistema de refrigeración para
lograr los niveles de confort adecuados.
Las
opciones
La energía solar presenta dos formas de
aprovechamiento según diferentes perspectivas: por un lado se encuentran las
celdas fotovoltaicas, cuyo campo de aplicación en Colombia ha sido
principalmente en zonas aisladas y casos muy puntuales; mientras que la
tecnología de energía solar térmica podría aplicarse a proyectos de generación
de baja a mediana escala, no siendo aún competitiva por sus altos costos.
Los tipos de colectores aptos para
captar la radiación solar se dividen en dos grandes grupos: sin concentración,
indicados para el calentamiento de agua y aire de secado, y con concentración,
capacitados para la desalinización de agua y la generación de energía
eléctrica. Se estima que cada gigavatio–hora (GWh) de electricidad producida
con estos sistemas evita de 700 a 1.000 toneladas de CO2.2
En el caso de la energía geotérmica,
utilizada en diferentes aplicaciones (generación de electricidad y procesos
térmicos) en el mundo, Colombia se ha limitado a utilizar el agua termal. Esta
es una tecnología madura que bien podría implantarse en el mediano plazo,
teniendo en cuenta que existen algunas zonas en las cuales se podrían
desarrollar proyectos, una vez se complementen los estudios para determinar su
factibilidad.
La energía eólica es la fuente
renovable no convencional con mayor crecimiento y penetración en los mercados
mundiales. A nivel nacional se ha investigado en este campo al igual que en
celdas de combustible. Cabe destacar el proyecto piloto de las EEPPM en la
Guajira, con la puesta en operación del Parque Jepírachi de 19,5 megavatios (MW)
de generación, con una inversión de 27,8 millones de dólares.
Sin embargo, el nivel de desarrollo es
incipiente y se requiere mayor capacidad tecnológica para la adaptación, el
diseño y construcción de partes y equipos requeridos en este tipo de iniciativas.
Adicionalmente, es necesario precisar el potencial y los estudios de viabilidad
técnica, económica y ambiental para la explotación comercial de este recurso3.
Con
la bioenergía
El motor de desarrollo de la biomasa en
el mundo ha estado sustentado en tres elementos: la autonomía energética en
combinación con otros energéticos como el carbón, el desarrollo rural y el
beneficio del ambiente. La Unión Europea se fijó como meta al 2010 generar un
10% de su demanda energética (calor y electricidad) a partir de
biomasa–bioenergía4, un objetivo que, a la fecha, lo están logrando algunas
naciones, sobre todo las escandinavas.
El potencial de uso de la biomasa más
carbón como fuente generadora de energía en Colombia, en el corto y mediano
plazo, cobra importancia en sectores como la generación térmica a pequeña
escala, la sustitución parcial de combustibles fósiles en el sector transporte
y la generación de electricidad a pequeña escala, así como en la producción de
biocombustibles.
Algunos estudios de escenarios globales
sobre el uso de bioenergía indican que la biomasa podría contribuir durante
este siglo con un 25% del total de la energía que se consume actualmente5.
La mayoría de los recursos energéticos
alternativos no están disponibles de manera constante en el tiempo, sino que
son eventos aleatorios, los cuales obedecen a leyes probabilísticas; por esto,
se requiere la integración de varios sistemas que aprovechen de manera eficaz
el recurso disponible en el momento.
En la medida en que se desarrollen más
proyectos de cogeneración, pilas de combustible y otras fuentes,
preferiblemente localizadas cerca al usuario, se estaría ante el inicio de un
nuevo modelo de sistema eléctrico basado en el concepto de generación
distribuida; a diferencia del modelo actual de generación centralizada que
utiliza plantas de gran tamaño alejadas de los centros de consumo.
No cabe duda de la conveniencia de
acelerar el fortalecimiento y sinergia de las capacidades científicas y
tecnológicas en energía, para la generación de conocimiento y el desarrollo de
innovaciones tecnológicas en el contexto internacional; también es importante
expedir nuevas leyes que incentiven el uso de las energías alternativas y el
desarrollo de productos a partir de nuestras materias primas.
Publicado el (mes/día/año) 05/03/2012
Fuente: Agencia de Noticias UN - http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/article/colombia-en-mora-de-aprovechar-energias-alternativas.html -
Fuente: Agencia de Noticias UN - http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/article/colombia-en-mora-de-aprovechar-energias-alternativas.html -
La Basura se Puede
Convertir en Combustible
Investigadores chinos han encontrado la fórmula
para convertir residuos de cocina en combustible.
Este será un proceso tras el cual se reducen el
gasto de energía y la contaminación ambiental, informó hoy la agencia oficial
de noticias Xinhua.
El proyecto permite tratar grandes
cantidades de sobras de cocina, explicó el líder del grupo de investigación de
la Universidad Tecnológica de Zhejiang, Ji Jianbing, y añadió que la meta es
"crear una línea de producción capaz de manipular 400 toneladas de basura
diaria en los próximos cinco años".
Los investigadores ya han logrado transformar los
residuos de cocina en combustible para automóviles utilizando tecnología de
conversión biológica, y, además, han aprendido el proceso necesario para
utilizar las sobras de la conversión como fertilizantes orgánicos, detalló la
fuente.
Las 400 toneladas de residuos de cocina pueden
producir 24.000 metros cúbicos de gas metano y 26 toneladas de combustible
biológico, explicó Ji, añadiendo que el combustible generado se puede usar en
autobuses y taxis. Según el investigador, 26 toneladas de combustible biológico
pueden abastecer a 1.300 autobuses, mientras que la cantidad de gas producida
es suficiente para proveer de energía a 800 taxis durante un día o, añadió, a
cerca de un quinto de estos vehículos de la ciudad de Hangzhou, en el este de
China.
Las ciudades en la potencia asiática
generan cerca de 60 millones de toneladas de residuos de cocina al año,
cantidad que, a su vez, contiene energía equivalente a 4,3 ó 6,15 millones de
toneladas de carbón estándar. Actualmente, China puede producir, por lo menos,
desde 300.000 hasta 500.000 toneladas de combustible biológico de residuos de
cocina todos los años, con lo que, según Xinhua, se puede abastecer a barcos de
pesca y máquinas agrícolas. Sin embargo, los expertos señalan que los altos
costos de producción podrían evitar que la industria de conversión de
combustible biológico se expanda en un futuro.
Publicado el (mes/día/año) 05/03/2012
Fuente: El Tiempo - http://www.eltiempo.com/mundo/asia/la-basura-se-puede-convertir-en-com_11686461-4 -
Fuente: El Tiempo - http://www.eltiempo.com/mundo/asia/la-basura-se-puede-convertir-en-com_11686461-4 -
La Propuesta de
Colombia Para Río+20 Son Los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La Viceministra de
Ambiente, Adriana Soto Carreño, se reunió hoy con el director de Publicaciones
Semana, Alejandro Santos Rubino y su equipo de periodistas para presentarles la
posición de Colombia frente a la cumbre internacional de Río+20 que se llevará
a cabo del 13 al 23 de junio del 2012 en Brasil.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible
(MADS) está liderando una iniciativa internacional donde se busca concertar
unos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Río+20 para ser aplicados en
el mundo entero, en temas universales como energía, agua, ciudades sostenibles
y seguridad alimentaria.
Así mismo, el MADS está propiciando un
debate en Colombia sobre el concepto y las aplicaciones de la economía verde
como elemento clave para lograr estos ODS desde las opciones y potencialidades
que tiene nuestro país.
El Congreso de Economía Verde será uno
de los escenarios para la divulgación y construcción participativa de los ODS.
Éste se realizará los días 23 y 24 de mayo en la Biblioteca Luis Ángel Arango
en Bogotá, sirviendo de espacio para preparar la posición que el Gobierno
Nacional llevará a Río+20.
Para la Viceministra de Ambiente,
"la iniciativa del Ministerio tiene el gran reto de encaminar las
Locomotoras del Plan Nacional de Desarrollo sobre el riel del Desarrollo
Sostenible. Para esto sirven los ODS, y éstos se están construyendo a través de
un esquema participativo."
"Los ODS nacen de una necesidad
del país y del mundo de concientizar y evaluar cómo vamos con respecto a
bosques, agua, biodiversidad y cambio climático. Es a través de unos objetivos
claros y un proceso concertado a nivel nacional que podemos llegar a resultados
concretos que se traducen en un mejor bienestar para la gente", aseguró la
funcionaria.
En la reunión con Publicaciones Semana,
también asistieron la Vicecanciller de Asuntos Multilaterales, Patti Londoño
Jaramillo, la exviceministra de ambiente, Claudia Martínez Zuleta, la
exdirectora del Inderena, Margarita Marino de Botero y el exdirector del
Inderena, Julio Carrizosa.
Publicado el (mes/día/año) 05/03/2012
Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible - http://www.minambiente.gov.co//contenido/contenido.aspx?conID=8140&catID=1317
Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible - http://www.minambiente.gov.co//contenido/contenido.aspx?conID=8140&catID=1317
Cinco Claves Para Los
Biocarburantes del Futuro
Las empresas y gobiernos encienden motores en la
búsqueda de biocombustibles avanzados, una novedosa combinación de nuevas
materias primas, desde desechos a algas y microbios, y sistemas de producción
más eficientes. Pilar Gil en Foreign Policy.
El transporte mundial es responsable de un
13,5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, derivadas
principalmente del uso de combustibles fósiles. Los esfuerzos para obtener una
alternativa más ecológica y sostenible han introducido en el mercado el etanol
y el biodiesel, elaborados respectivamente a partir de azúcares extraídos en su
mayor parte de caña de azúcar y maíz, y aceites vegetales fabricados con
vegetales de palma o soja. Pero a medida que conquistaban un 2% del mercado,
estos biocarburantes han ido defraudando las altísimas esperanzas depositadas
en ellos: el vegetal se usa de manera ineficiente, ya que sólo una pequeña
parte se destina a producir energía, las plantas de las que proceden se
utilizan también para alimentación, y esa competencia entre los dos sectores ha
sido acusada de disparar los precios, su monocultivo en extensas áreas puede
suponer una amenaza para la biodiversidad, y han puesto en peligro ecosistemas,
como los bosques de Indonesia, talados en gran parte para la plantación de
palma. Todo ello para ni siquiera garantizar la reducción de emisiones, ya que
gran mucha de la energía necesaria para su producción se genera a partir de
fuentes contaminantes.
Sin embargo, las normativas de las
economías más avanzadas decretan una participación porcentual de los
biocombustibles en el total de los carburantes para transporte durante las
próximas décadas. Mientras Japón busca un 10% de etanol en la gasolina, la
Unión Europea la cifra en el 10% del contenido energético para alimentar el
transporte en carretera en 2020, Estados Unidos apunta al 30% del volumen en
2030 y China prevé un 5% para ese mismo año.
Para cubrir esos objetivos hace falta
subsanar las taras mencionadas con nuevas materias primas menos conflictivas y
procesos de producción más eficientes. Desde hace años se vienen desarrollando
acciones a nivel internacional, incluso ligadas a la legislación, encaminadas a
reducir las emisiones de efecto invernadero, proteger la biodiversidad y
garantizar el buen uso de la tierra y las prácticas agronómicas en la
fabricación de biocarburantes. Esos esfuerzos están dando lugar a los llamados
biocombustibles avanzados, antes llamados de segunda o tercera generación. La
mayoría se hallan en fase experimental o de demostración, y están llamados a
convivir durante mucho tiempo con la gasolina y el diésel convencionales y con
la primera generación de biofuels. Sus productos finales deberán funcionar en
los motores y sistemas de distribución actuales y optarán a ir desplazando a la
gasolina, más habitual en EE UU, y al diesel, predominante en Europa, pero
también “a buscar otros nichos, como la aviación, que desde comienzos de 2012
tiene que pagar por emisiones de CO2 y no puede recurrir ni al bioetanol
actual, con poco poder calorífico, ni al biodiesel, porque se congela”, afirma
Mercedes Ballesteros, de la Unidad de Biocarburantes del CIEMAT.
Para llegar hasta ellos, estas son las
apuestas más destacadas:
Más madera
El empleo de la llamada biomasa lignocelulósica
para liberar sus azúcares y fermentarlos es una opción. Las materias primas
pueden ser residuos forestales, paja del trigo, u hojas y tallos de la planta
de maíz o de la caña de azúcar. Pero también cultivos energéticos sostenibles
como jatropha, sorgo, pataca o el pasto americano switchgrass, que no compiten
con el uso alimentario. En España hay investigaciones con chopos y cardos, y BP
investiga con la planta ornamental miscanto. Algunas de ellas pueden crecer en
terrenos marginales e incluso descontaminarlos de elementos como metales
pesados.
Los biocarburantes a partir de estas materias
primas se encuentran entre las opciones más avanzadas y ya hay plantas de
demostración en EE UU y Europa, pero no han conseguido un precio competitivo
con la gasolina, ni el diésel. “Nosotros hemos calculado que esos proyectos han
recibido unos 760 millones de dólares del Gobierno americano”, declara Mäelle
Soares-Pinto, directora del Centro Global de Biocombustibles en la consultora
Hart Energy.
A nivel internacional, la mayor parte de la
investigación está dirigida a obtener bioetanol, más difícil de conseguir que
el de maíz, aunque podría obtenerse con menor inversión de energía. China está
apostando fuerte por esta opción en vista de su gigantesca demanda energética.
Pero también hay proyectos para producir biobutanol, menos volátil y corrosivo
que aquel y con mayor poder energético. Al no absorber agua con tanta
facilidad, podría distribuirse por los mismos canales que la gasolina. BP y
Dupont han creado una joint-venture, Butamax, para explorar esta opción.
Las algas como
fábrica
Las plantas marinas se han presentado como una de
las promesas más glamurosas del futuro energético. La investigación se
desarrolla en dos direcciones: utilizarlas como biomasa para extraer biodiesel,
bioetanol o bioqueroseno, o bien aprovechar la capacidad de algunas especies de
microalgas para sintetizar hidrocarburos a partir del CO2 que utilizan como
nutriente. Esta opción las convertiría en auténticas factorías multitarea,
capaces de eliminar emisiones de fábricas cercanas o limpiar aguas
contaminadas, porque ciertas sustancias indeseadas también pueden servirles de
alimento. Además la biomasa puede emplearse también para elaborar otros
productos de alto valor añadido, como cosméticos o aditivos alimentarios. Su
cultivo en tanques elimina la polémica sobre las tierras de cultivo y presenta
un menor impacto sobre el ecosistema. Alexander Ochs, Director de Clima y
Energía del World Watch Institute, destaca además “su rápido crecimiento y su capacidad
de producir cien veces más aceite por acre que los cultivos oleicos
tradicionales”.
En cuanto a las sombras que se ciernen sobre su
implantación a gran escala “hay que tener en cuenta que mueven cantidades
importantes de agua, cuyo bombeo, tratamiento, etc. requiere gran cantidad de
electricidad, y los cultivos a escala industrial presentan otra problemática,
como la contaminación con con otras especies y la pérdida de productividad”,
explica Inés Echeverría, directora del Departamento de Biomasa en el Centro
Nacional de Energías Renovables (CENER).
Mientras Hart Energy sigue en Europa tres proyectos
que han recibido un total de 20 millones de euros de la UE para intentar llegar
a una planta de demostración, Repsol espera comercializar los biocombustibles a
partir de microalgas a precios de mercado en 2016.
Aquí no se tira nada
Bajo la máxima del reciclaje existen numerosas
aproximaciones para extraer los azúcares fermentables o aceites de
productos destinados a mejor vida. Los residuos sólidos urbanos son el punto de
partida del que el CIEMAT y la empresa Imecal intentan obtener bioetanol en una
planta de L’Alcudia (Valencia), al tiempo que la empresa americana Integrated
Environmental Technologies trabaja para descomponer los desechos urbanos y agrícolas
en un gas del que se pueden obtener varios tipos de biocarburantes y otros
productos químicos.
Un concepto similar se aplica a los aceites
vegetales usados, que ya alimentan plantas de demostración en Europa y Estados
Unidos. Varias compañías aéreas, como Alaska Airlines, Quantas o Finnair, han
realizado vuelos de demostración propulsados por sustancias que en su día
fueron aceite de cocina.
Modificar microbios
Los avances en biología sintética permiten avistar
un futuro de microbios modificados genéticamente para ejercer de diminutas
factorías de combustibles a medida. A partir de biomasa lignocelulosa, o
aceites, estos seres deberían fabricar hidrocarburos con características
deseables, como la ausencia del azufre contaminante del petróleo, que servirían
de crudo para el refinado de diversos biofueles, o bien directamente
biocombustibles drop-in, listos para ser distribuidos por los canales ya
existentes y hacer funcionar los motores tal y como los conocemos.
Inés Echeverría advierte que “la tecnología aún
está en fase de desarrollo, pero tiene una potencialidad tremenda, ya que
permitiría aprovechar todas las infraestructuras actuales”. Por eso las
principales petroleras se han interesado por ella. Butamax busca surtirnos así
de butanol, mientras Shell y Total se han aliado respectivamente con las
estadounidenses Codexis y Amiris. Sus emprendimientos para lograr sustancias
drop-in ya han entrado en bolsa en EE UU.
Exxon Mobile, por su parte, está respaldando los
esfuerzos del Instituto Craig Venter para aplicar la biología sintética a las
domesticación de las algas en esta dirección, una línea seguida también por
Solazyme, que las alimenta con azúcares, en lugar de luz solar, por lo que
puede producir a oscuras.
Si estas iniciativas consiguen llegar a la
producción a gran escala, podrían desplazar al diésel y al queroseno, con la
gran ventaja de ofrecer una calidad uniforme con independencia de su lugar de
fabricación. Eso sí, tendrán que superar las estrictas normativas para
organismos modificados genéticamente y el rechazo que éstos despiertan en gran
parte de la opinión pública, sobre todo europea.
La Opción E
Cuando le pedimos una lista de los biocombustibles
con más futuro, Alexander Ochs, directordel programa de energía y clima del
Instituto World Watch, incluye en ella “la electricidad producida a partir de
biomasa y destinada tanto al suministro de hogares e industria como al
transporte”. Su argumento para alejarse de las alternativas líquidas es que “de
esta forma se obtiene una eficiencia mucho mayor que convirtiendo la biomasa en
biocarburantes”, con lo que refleja una de las principales críticas que recibe
esta aplicación. De hecho, el Gobierno británico ha incluido las algas como
fuente de calor y electricidad en su hoja de ruta de renovables, y existe un
proyecto en Italia para iluminar con ellas el puerto de Pellestrina, junto a
Venecia.
Un poco más allá va el premio Nobel de Química
Hartmut Michel, al alegar en un reciente artículo de la revista alemana
Angewandte Chemie que obtendríamos un rendimiento mucho mayor si dedicáramos
los terrenos a paneles solares en lugar de a cultivos energéticos, ya que las
plantas derrochan parte de la energía del sol al transformarla en la
fotosíntesis. Según sus cálculos, los motores eléctricos con baterías
eléctricas alimentadas con energía solar aprovecharían 600 veces mejor la
tierra que los motores de combustión propulsados con biocarburantes vegetales.
Sin embargo, esta opción requeriría la implantación
a gran escala del coche eléctrico, un objetivo que aún parece lejano. En
opinión de Mercedes Ballesteros, “se retrasarán las previsiones de la Unión
Europea de una representación significativa en 2020”.
Mientras tanto, los biocarburantes avanzados
tendrán que superar varios escollos antes de alcanzar la mayoría de edad.
Además de demostrar su sostenibilidad a lo largo de todo el ciclo de vida,
desde el inicio del cultivo a la combustión final, tendrán que superar el paso
a la gran escala. Pero la madurez definitiva quedará validada en la
competitividad de precios, “ya que tienen que estar todos por debajo del precio
de la gasolina, y las cantidades diarias que hay que producir para ello son
enormes”, asegura Inés Echeverría.
Por ello se están acelerando la creación de plantas
de demostración y comerciales en todo el mundo. La Unión Europea y Estados
Unidos, que exigen un porcentaje de biocombustibles avanzados en sus
regulaciones de futuro, “han concedido ayudas de un 40% de la inversión a una
selección de las tecnologías más promisorias con el objetivo de averiguar en la
práctica cuáles resultan más rentables”, asegura Mercedes Ballesteros. El
objetivo europeo pretende tener las primeras comerciales en funcionamiento
hacia 2017, lo que requeriría una inversión total de unos 9.000 millones
de euros. Por su parte Inés Echevarría apunta “al papel que juega el
tejido industrial y productivo que generan estas plantas” en el interés de los
Estados por fomentarlas, “ya que a la bioenergía se le supone siempre un impacto
positivo en el desarrollo rural”, además de su obvia contribución a la
seguridad del suministro.
Imke Luebecke, responsable de política
bioenergética en WWF Europa, considera que este factor podría generar una
cierta competencia entre los biocombustibles avanzados y los actuales, “ya que
estos están fuertemente apoyados por el lobby de los agricultores, tanto en
Europa, como en Brasil o Estados Unidos”, debido a los importantes subsidios
que perciben. Los nuevos productos tendrán que encender motores con fuerza (y
sin emisiones) si quieren ganarles la batalla.
Publicado el (mes/día/año) 05/03/2012
Fuente: Mdz Online - http://www.mdzol.com/mdz/nota/382052-cinco-claves-para-los-biocarburantes-del-futuro/ -
Fuente: Mdz Online - http://www.mdzol.com/mdz/nota/382052-cinco-claves-para-los-biocarburantes-del-futuro/ -
Consejo de Estado Decidirá Sobre
Descontaminación del Río Bogotá
En manos del Consejo de Estado
quedó la propuesta de la Administración Distrital que busca construir una
planta de tratamiento no sólo para la descontaminación del río Bogotá sino
también para reducir las tarifas de los usuarios.
El Tribunal Administrativo de
Cundinamarca, mediante una medida cautelar dictada por la magistrada Nelly
Villamizar, decidió mantener los 192.000 millones de pesos ofrecidos a través
de regalías del Gobierno Nacional, para que estos recursos sean destinados a
la construcción de una planta de tratamiento de las aguas del río Bogotá.
"Los 192 mil millones de pesos
que iban destinados a una planta elevadora, que hubiera producido el pago en
tarifas de los bogotanos por una cuantía superior a los 586 mil millones de
pesos quedó salvado, pero no para ese tipo de proyecto, si el Consejo de
Estado aprueba la opción presentada por la ciudad", manifestó el alcalde
Gustavo Petro.
La propuesta del Distrito consiste en
construir una planta de tratamiento en lugar de una elevadora de 46 metros,
con esto los bogotanos podrían ahorrar más de 586 mil millones de pesos,
además de impedir que aguas contaminadas lleguen a la represa del Muña.
"Es una solución que podría ser
magnifica para Bogotá, para el medio ambiente y para el río Bogotá. Depende
de la decisión final que tome el Consejo de Estado podemos reemplazar esa
agua contaminada que lleva a la represa del Muña por aguas más limpias que se
verterían desde el sistema del embalse del norte de Bogotá", indicó el
mandatario capitalino.
Según Petro, de llegar a aprobarse el
proyecto de la Administración “se disminuiría sustancialmente los costos de
construcción y de operación, pues ya no se tendría que elevar el nivel del
río 46 metros, sino que estaría a una profundidad mucho más manejable de 13
metros”.
La planta elevadora vale 367 mil
millones de pesos y el costo para operarla anualmente es de 40 mil millones
de pesos al año.
Publicado el (mes/día/año) 04/27/2012
Fuente: El Espectador - http://www.elespectador.com/noticias/bogota/articulo-341566-consejo-de-estado-tiene-ultima-palabra-descontaminacion-del-rio - |
No hay comentarios:
Publicar un comentario